viernes, 1 de febrero de 2013

Vaivenes




1.
Pesa el aire caliente de verano sobre las espaldas de los urbanitas.
En ómnibus, atravieso la ciudad. Un pez azul
entra por la ventana de una cocina donde un hombre
bucea en la heladera. A solas con mis pensamientos, tiemblo.
Como puedo, me llevo a trabajar.

2.
“Reconciliación las pelotas” informan grandes letras negras
 que cortan el rostro blanco de la fachada de enfrente.
Más allá vuelven a gritarlo grafitis sobrescritos a carteles despegados que ondean. 
En la plaza, las tortugas urbanas amuralladas en sus caparazones de cartón avanzan.
Un día, una se quedó a dormir al pie de la estatua. Al día siguiente eran tres.
Hoy hay campamento, más de cinco.
Las bolsas con los restos de los restos de la basura agujerean el césped,
 rebotan en los bancos, se enredan en las ramas bajas de arbustos y árboles.
“Reconciliación, las pelotas” aúllan las paredes de la ciudad.
Nos morimos todos los días un poco, ráfagas en la superficie del océano,
 rumbos sin destino, seres de luz perdemos cada día. No venimos, nos traen.
No nos vamos… no desaparecemos.
Reconciliación las pelotas.

3.
Ayer fui feliz intensamente (ayer fui intensa)
Hoy me dejo mecer por la resaca dulce de esa felicidad
Hoy no soy intensa, dejo que que en mi cabeza pase
lo que tenga que pasar: obsesiones, recuerdos, ideas, rencores.
Dejo que pasen, los dejo pasar, como nubes por el cielo.
Hoy soy en paz.  

4.
Escribí: “despertándome me sigue la felicidad”
(recuerdo haber soñado que andaba a caballo)
y me levanté a buscar un vaso de agua.
Cuando me senté a escribir de nuevo pensé: “Estoy furiosa”
(no recordaba lo último que había escrito)
Felicidad/rabia/desconcierto/miedo/serenidad/satisfacción…
Todos climas del alma…
¿Estoy furiosa, estoy feliz?
¿Cuántos territorios, cuántos pliegues tiene el alma de una mujer?




1 comentario:

  1. espectacular Rosario! infinitamente agradecida de poder leerte. Pena no poder compartir tu poesía en mi muro. O tal vez sí?

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